viernes, 26 de agosto de 2016

La vuelta a casa

Habían pasado mil noches. Entre ellas, mil mujeres, mil amores, mil aventuras, mil historias rápidas. Unas acabaron bien y otras acabaron mal. El cielo ya no era el mismo. Unas estrellas se habían apagado y otras encendido. Había pasado tanto tiempo que no recordaba su olor, el color de sus ojos o de como me tocabas. Como el Cometa Halley, habías pasado y no te habías detenido. Por mi parte, siempre que vuelvo tambaleante, sosegado y ebrio a casa, con el silencio y la noche de compañeros, -siempre- pienso en ti.